Cuando los tenis se van.

Seré breve. Esto se ha acabado amigos y amigas; por un largo tiempo he tratado de demostrar lo significante que es este espacio para un servidor, sin embargo, he tenido buenas y malas experiencias que influenciado a dejar de plano este espacio, agradezco a todos los que se han molestado en leer y observar el presente blog. Sin más, gracias por todo, sé que vendrán nuevos proyectos, hasta pronto.

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Palabras de junio

Hay ocasiones que no tengo ni idea como llegué a donde estoy ahora, no es que sea desconciderado, simplemente es que no sé como fue que llegué; hay algunas cosas que no se me olvidan, hay lugares que no olvido, lo que sí me llego a olvidar son las promesas de las personas.

Algo he aprendido, es que no siempre puedes confiar en la palabra de las personas, simplemente no pueden llegar como el recordatorio de una buena fe guardada que esperas ver, ligarlo como un pendiente por considerar, tal vez no tan pronto como se espera, pero sí, como el recordatorio de algo que tiene que cumplir y no utilizarlo como gancho, en la forma retórica, para obtener beneficios no correspondidos.  Nunca debes olvidar de donde vienes, tampoco hacer menos a quien dices no poder contar, porque no sabes cuando necesitarás ayuda, y entonces te darás cuenta del error que cometes y, que la lealtad no se gana, sino se construye.

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