Se necesita muchas teorías para
darte cuenta que algo no está bien, en algunas ocasiones sientes la sensación, de
que verdaderamente algo no va bien y por ende te viene a sentir escalofríos,
esa sensación que te avisa que un lugar no es seguro; lo que puedes hacer es lo
mencionado anteriormente, debes intentar consolarte de alguna forma, con alguna
teoría, de lo contrario, lo único que conseguirás es caer en más en duda y en
consecuencia al miedo inmediato irremediable.
Lo que pasó no está muy en claro,
puesto a que hay muchas lagunas, pues dice, quien cuenta la historia, que no recuerda,
es algo muy curioso y a la vez tenebroso; dice quien cuenta la historia dice,
que todo comenzó una tarde de julio, el verano estaba en pleno apogeo y la
ciudad estaba a menester de los cambios de clima, el tipo a quien llamaremos Roberto,
de 34 años, era una persona quien desmembraba a su cerebro en el estrés de su
trabajo, empleado de medio turno en un editorial de un famoso periódico con un
salario mínimo, el tipo estaba sujeto a un estrés irreversible, las
mensualidades de su departamento estaba con un retraso considerable como para dejarlo en la calle, cuando de pronto se
vio que caería en miseria, cuando empezaron los primeros síntomas de un
problema psicológico que tenía.
Una noche cuando pensaba que la bancarrota
era lo próximo a vivir, sintió problemas, pesadez en el cuerpo como si algo lo estuviera
oprimiendo hacia el suelo, calor intenso lo hacía sudar como en un sauna, por
lo que el sujeto, intentó dormir con pastillas para no sufrir, pues pensaba que
todo era tal y como su médico lo había advertido y que el medicamento recetado
lo haría remediar. Lo que sucedió después, no está nada claro, pues cuenta que
en ese momento desvaneció, dejando a su cuerpo a merced del momento fatídico y siniestro.
El problema no fue eso, si no que
al día siguiente, vio horrorizado al ver sangre por todo su cuerpo, se examinó,
cuando un susto de muerte fue, que no tenía ninguna deformidad en su cuerpo,
ninguna alteración por ningún lado, poco después se dio cuenta que, afuera
estaban albergando patrullas en casa de los vecinos de a lado, resulta que habían
sido decapitados, cabe mencionar que días antes Roberto había tenido problemas
muy serios, en relación de la infidelidad de la esposa del vecino. Al pasar el tiempo Roberto resulto culpable,
en consecuencia fue a prisión y hoy en día no se puede explicar lo que
verdaderamente pasó, resulta asombroso, que en los cuerpos no hallaron huella,
cabello o prueba fehaciente que compruebe que él haya sido el asesino y misterio que quedo en la historia.
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