4:56 a.m., todo corría muy bien, parecía como cualquier otra noche de sueño, entonces exaltado, me paré de la cama, como si tal persona me siguiese y me estuviera por alcanzar, un como una brisa que corre tras tus espaldas. Me volví a dormir, esta vez ya un poco pesado, y con el temor de que algo pudiese pasar en mi cabeza, como un mal sueño, lo próximo que pasó fue que quedé profundamente dormido, con ese temor que yacía en mi, pude llegar en la calma. Fue después que me dí cuenta que algo no estaba bien, la misma brisa me envolvió, pero esta vez estaba en estado fetal, no podía moverme, sentía como si todo mi cuerpo estuviera entumecido, por más que trataba quize lanzar un golpe hacia cualquier lado, pero por más que intente, no pude librarme.
Entonces él dijo: "LA RAZÓN POR LA QUE ESTOY AQUÍ, NO ES POR QUE QUIERA HACERTE DAÑO, SIMPLEMENTE QUIERO QUE SEPAS, QUE ESTOY AQUÍ"
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