De las ocasiones que he escuchado al buen acapulqueño decir: "Me dio la chingada chinkungunya", en una gran mayoría de veces lo he escuchado con un gran orgullo, como si de un orgasmo se tratase.
Esta, no es la ocasión para gritarlo a los cuatro vientos, porque sería un tanto chocante, sin embargo debo decir que: habiendo tantos dichosos días de vacaciones para estar encerrado en casa, el bendito zancudo se le ocurrió que en pleno inicio de las actividades diarias fundamentales, me diese tal huevada, dejando tras de sí una gran fila de inconformes, diciendo: "ese güey es un huevon".
A pesar de la artritis crónica, los ataques de ansiedad debido al paracetamol, el dolor de pies, de cabeza, al salpullido en pies y en manos, trato de llevármela un poco tranquilo, esperando que pronto se pase, por que dícese que no hay vacuna ni cura, por lo que el único remedio es esperar, porque hay tanto que hacer, como para no estar haciendo absolutamente nada.
Esta, no es la ocasión para gritarlo a los cuatro vientos, porque sería un tanto chocante, sin embargo debo decir que: habiendo tantos dichosos días de vacaciones para estar encerrado en casa, el bendito zancudo se le ocurrió que en pleno inicio de las actividades diarias fundamentales, me diese tal huevada, dejando tras de sí una gran fila de inconformes, diciendo: "ese güey es un huevon".
A pesar de la artritis crónica, los ataques de ansiedad debido al paracetamol, el dolor de pies, de cabeza, al salpullido en pies y en manos, trato de llevármela un poco tranquilo, esperando que pronto se pase, por que dícese que no hay vacuna ni cura, por lo que el único remedio es esperar, porque hay tanto que hacer, como para no estar haciendo absolutamente nada.